SAG y productores activan coordinación para revertir suspensión de exportaciones de carne de ave a la UE
Servicio se encuentra analizando las conclusiones del informe de las autoridades sanitarias europeas en relación a presencia de salmonella en algunas granjas.
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Las alarmas de los exportadores locales de carne de ave se encendieron tras un correo electrónico enviado el 12 de mayo por las autoridades sanitarias de la Unión Europea al Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), proponiendo dos medidas inusuales que sorprendieron a la industria: suspender la certificación de estos productos –tanto frescos como congelados- y avanzar en el deslistamiento de los establecimientos que elaboran estos preparados con destino a esos mercados.
¿La razón? Los organismos del bloque europeo señalaron haber encontrado presencia de salmonella en algunas granjas de aves en Chile, como consta en el primer documento enviado a sus pares locales con un preinforme con los resultados iniciales de la auditoría realizada por la UE al sistema de producción de aves en marzo. Y el 26 de mayo pasado, la Dirección General de Salud y Seguridad Alimentaria de la Comisión Europea (DG SANTE) envió un segundo correo con el informe final, el cual está siendo estudiado por el SAG.
El inicio de esta investigación sorprendió al organismo a cargo del control sanitario en el país, ya que no había recibido indicios de la existencia de un problema serio que motivara una alerta. Al respecto, el jefe de la división de protección pecuaria del SAG, Óscar Videla, señaló que los efectos de la resolución "sin duda afectan al mercado de exportación de aves".
Acción conjunta
En 2019, la Unión Europea representó el 12% de las exportaciones del país en este segmento.
"Europa es un mercado muy maduro respecto al consumo de carnes de ave, en donde además, desde la incorporación de nuevos países miembros a la UE, la oferta local de productos ha aumentado", indicó el presidente de la Asociación de Exportadores de Carne de Chile, Juan Carlos Domínguez, quien destacó que el bloque es el tercer destino más importante para el sector, sumando envíos por US$ 74,9 millones en 2019.
En este escenario, las empresas exportadoras del producto, en conjunto con el SAG y entes privados iniciaron una coordinación para analizar las repercusiones de los resultados que entregó la autoridad sanitaria extranjera. "Esto depende de la duración de la inhabilidad de las plantas y de la posibilidad de destinar los productos a otros mercados. Por eso se está trabajando de manera estrecha con el rubro y así adoptar todas las medidas necesarias que permitan enfrentar esta situación de manera conjunta y coordinada", detalló Videla.
Tras recibir la auditoria final de la UE hace seis días, el paso siguiente es trabajar en una respuesta a la brevedad para revertir la situación lo antes posible.
Situación sanitaria
Desde Chile Carne y el SAG recordaron que el país tiene un alto estándar zoosanitario que ha permitido continuar abriendo nuevos mercados. De hecho, la semana pasada Filipinas habilitó a seis establecimientos nacionales para la exportación de carne de ave y cerdo a esa nación asiática (ubicados en las regiones de Valparaíso y O'Higgins) que podrán comenzar a hacer envíos una vez que se acuerden los certificados zoosanitarios necesarios entre las autoridades de ambos países.
Respecto al posible presencia de salmonella en algunas granjas de aves, Videla señaló que "la ciudadanía puede estar tranquila en cuanto a que las carnes de aves en Chile se producen tomando todas las medidas para garantizar su aptitud de consumo de acuerdo a la normativa nacional y otros mercados". En este punto, agregó que el SAG "ha estado trabajando en conjunto con las empresas en un programa de control a lo largo de la cadena de producción de aves para cumplir con las regulaciones de la UE. Gracias a ello, desde mayo de 2019 no ha existido detección de incumplimiento en los controles de los productos chilenos".
Videla valoró que las empresas han implementado medidas efectivas para disminuir al mínimo la presencia de la salmonella enteritidis y la salmonella tiphymurium, patógenos que tienen impacto en la salud pública, y señaló que la labor fiscalizadora del SAG se mantenido activa a pesar de la pandemia.